Cuando se publique este artículo en el mes de agosto no sabremos en qué situación se van a encontrar los miles de establecimientos de hostelería y restauración de nuestra comunidad autónoma. 

A mediados del mes de julio, justo cuando estoy escribiendo este artículo, el Gobierno de Aragón ha decretado el pase a la fase 2 debido al importante número de rebrotes que afectan a nuestra comunidad.  Por supuesto, esta decisión y sus restricciones hacen retroceder al sector hostelero justo cuando parecía que íbamos poco a poco volviendo a una cierta normalidad con la apertura de establecimientos que estaban cerrados, y también una cierta normalidad en las ventas que iban poco a poco subiendo.

Esta noticia ha supuesto un duro golpe a un sector que ni mucho menos estaba recuperado del primer mazazo sufrido durante el confinamiento de los meses de marzo, abril y mayo.

Nuestro sector es un sector estratégico, con un peso en el PIB regional del 8% – cinco puntos más que el sector de la automoción – y que con carácter previo a la crisis empleaba a 27.000 personas. 

Las consecuencias económicas de este nuevo paso atrás pueden suponer un cierre definitivo de muchos negocios, con la consecuente y exponencial destrucción de puestos de trabajo.

El sector hostelero está absolutamente comprometido con la situación sanitaria imperante, y ha mantenido durante todos estos meses una actitud absolutamente ejemplar. De hecho, los negocios que lo integran están realizando día a día importantes esfuerzos por mantener las prescripciones higiénico sanitarias en sus establecimientos, con el propósito de garantizar la seguridad de sus clientes y trabajadores.

Las previsiones no son buenas, José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España habla sobre la situación que está viviendo ahora Aragón con preocupación. Hay un 20% de locales que no han abierto aún y ahora ante estos rebrotes muchos empresarios han decidido echar el cierre a sus locales. El impacto va a ser durísimo y sin ayudas será muy difícil salir adelante.

Los datos turísticos no ayudan tampoco ni siquiera con las campañas que se han puesto en marcha por parte de los dirigentes turísticos aragoneses, junio ha sido un mes para olvidar, del que casi se han perdido 225.000 viajeros con respecto al año anterior.

Por si fuera poco, estos datos afectan a todo el sector turístico, hoteles, campings, casas rurales y por su puesto a los establecimientos de hostelería.

Según una encuesta realizada por Hostelería de España, FIAB Y AECOC, los establecimientos que ahora están dando servicio aseguran que no hay demanda suficiente de clientes, esta es la triste realidad, sólo se salvan los establecimientos que pueden ofrecer a sus clientes un servicio en terraza. Hay un desplome absoluto de la demanda.

Otro dato negativo es que muchas empresas ya habían empezado a levantar los ERTES y recuperado casi al 100% de la plantilla; con esta vuelta atrás en Aragón las empresas volverán a enviar a sus trabajadores al ERTE y ya veremos el futuro como se van desarrollando los acontecimientos.

Si hablamos de recuperación, 2022 es el año que muchos opinan que habrá unas cifras de ventas parecidas a las del año 2019. En este caso han respondido así un 45,7%. Otros hosteleros, con un 19,6%, opinan que 2023 será el año de la recuperación del sector de la hostelería. Y un 18,9% cree que será más tarde.

Por concluir el artículo creo que es importante profundizar en la responsabilidad de todos nosotros para ayudar a salir de esta situación tan complica. El uso de mascarilla, mantener la distancia de seguridad, usar los geles y cualquier otra medida que las autoridades sanitarias consideren necesarias para combatir esta terrible pandemia debe de convertirse en una obligación de todos nosotros.

La seguridad de trabajadores y clientes tiene que seguir siendo una prioridad. Por último, solicito desde este humilde rincón que me ofrece mensualmente el director de la revista HORECA a nuestras autoridades que sepan estar a la altura también de las ayudas que va a necesitar nuestra querida hostelería, medidas que deben de ir encaminadas a salvar a las empresas y los puestos de trabajo. Feliz verano a todos y mucho, mucho ánimo y fuerza.